Guía para el hombre del siglo XXI sobre la mujer liberal e independiente

En esta guía, te presento veintitrés aclaraciones para que te ayuden a entender, un poco mejor, a una mujer moderna, que vive libremente e independiente en el siglo XXI:

Hablaré de sexo cuando yo quiera y como yo quiera, sé que es importante, pero no veinticuatro horas al día como pretendes.
No me gusta que me entres por Whatsapp o similar, para calentarte y pasarlo bien a mi costa sin que yo me enteré, si lo vas a hacer hazme participe.
No estoy disponible veinticuatro horas para tus calentones telefónicos o 2.0, yo también trabajo y tengo que cumplir unos horarios, compréndelo.
No voy a salir corriendo y dejarlo todo tirado, a dónde estés, cada vez que me llames, también tengo una vida y cosas que hacer y atender a parte de ti.
Me cuido, pero por salud y por gustarme a mi misma.
Me gusta ponerme minifaldas y escotes, me gusta sentirme deseada, pero no que me veas y me mires como un mero objeto, porque no lo soy.
Por supuesto que me gusta tener sexo, y mucho, pero yo pongo mis límites, pues me respeto a mí misma por encima de todas las cosas.
Si quieres hacer algo o te gustaría probar, simplemente di y propón, quizás te sorprendas…soy una chica del siglo XXI pero si no lo dices yo no soy adivina.
Si solo quieres tener una noche loca o una aventura sin compromisos dilo, las cosas mejor claras, tengo derecho a saber hasta dónde estás dispuesto a llegar para evaluar si me interesa implicarme o no…
Si te digo que no envío fotos calientes de mí, no insistas, y si te pido por favor que no me mandes fotos de ti desnudo, no lo hagas, igual me estás comprometiendo o no es buen momento o es que prefiero ver tu virilidad en directo.
Claro que me gusta el porno, pero no soy tan visual como tú, ni necesito ser tan explícita, de hecho a veces el que seas tan directo me puede hasta hacer sentir incómoda…
No me engañes con cenas, ni me regales las orejas para conseguir una noche de sexo, pagando la obtienes igual y así no me lastimarás.
Tenlo claro de una vez y que se te grave a fuego: las mujeres, por mucho que te lo intenten hacer creer, no somos capaces de separar sexo de sentimientos, por mínimos que sean estos, que no te engañen. Siempre hay algún tipo de implicación emocional.
Si te digo que no, es no y si es si, no le des más vueltas…manejo la inteligencia emocional, pero he aprendido a ser clara y decir lo que pienso en cada momento.
Me gusta el morbo, el juego y experimentar igual que a ti, pero me gusta preservar mi intimidad, no lo ventiles a los cuatro vientos si tuviste la suerte de probarlo conmigo.
Mi casa es mi templo sagrado, si vienes es porque yo te invité previamente, no vengas, ni te creas con el derecho de venir cuando te dé la gana sin más a que te “quite las penas”, mi casa no es un picadero.
Es ridículo, a estas alturas, que me tenga que hacer pasar por chica decente y puritana delante de ti y de los demás, y por otro lado me estés calentando a ver si caigo y me digas que no te gustan las estrechas ¿En qué quedamos?
Soy libre de irme con quien quiera, de acostarme con quien quiera y repetir cuantas veces quiera, es mi vida, y no soy más p… o menos por hacerlo más o menos veces.
La mayoría de las veces, si me resultas un hombre interesante, voy a querer que me folles la mente primero, antes que el cuerpo.
Si me acuesto contigo en la primera cita, quizás es porque me gustas mucho y no me pude aguantar las ganas, pero eso no significa que sea promiscua y que pase directamente a la lista de amigas con derecho a roce, porque no lo hago con todos, no me vale cualquiera, y a lo mejor estás perdiendo una oportunidad de oro por juzgarme precipitadamente y porque lo diga “la guía de las relaciones del siglo XIX”.
A partir de ahora, cada vez que me exijas tener un cuerpo perfecto y definido para gustarte, yo te daré un plan de entrenamiento diario para tu cerebro, para que lo cultives para mí en el mismo número de horas que yo tengo que entrenar en el gimnasio para ti, así estaremos los dos a la misma altura de las exigencias de ambos, en cuerpo y mente.
Soy como soy, si te gusta bien y si no te gusta mi estilo, mis curvas o mis rectas, mi poquito de celulitis o mis imperfecciones, tendrás que buscarte otra mujer que te guste más, yo soy así y me acepto, y hay cosas que no puedo o no quiero cambiar de mí.
Es verdad que a veces soy intensa, o histérica, o grito porque me sorprendí o me emociono por una estupidez o lloro sin motivo aparente porque estoy sensible pero es parte de mi encanto…soy una mujer que se siente viva y no pienso reprimir mis emociones ¡no me edites por favor!